Ronda es una ciudad soñada, un lugar sacado de otras épocas en el que han dejado su huella las múltiples culturas que han pasado por ella.
Ronda hace soñar desde su Puente Nuevo, al que todos allí conocen como El Tajo: una espectacular construcción que da vértigo por su altura, pero también por su belleza.
Se trata de un viaducto que une la nueva Ronda con la vieja, y que es un magnífico lugar para entender lo interesante que resulta una jornada por esta romántica ciudad, tan famosa para el mundo entero como desconocida: en Ronda aún queda mucho por descubrir.

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Puente Nuevo

Visita Cultural por Ronda imprescindible

Amanece y arranca uno de los mejores momentos para disfrutar la ciudad: sus desayunos. Ronda ofrece numerosas posibilidades para ello tanto en la ciudad vieja como en la nueva. En casi cualquier cafetería o bar podréis degustar unas buenas tostadas o molletes de Antequera con zurrapa de lomo, tomate un buen aceite de oliva y jamón, excelentes quesos frescos de la zona y por supuesto churros o tejeringos, como aquí se les llama.

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Desayuno en la cafetería La Rondeña

El  Café de Agata nos gusta especialmente. Es un negocio joven ubicado en la ciudad nueva donde el café está riquísimo, así como las tostadas que puedes acompañar de embutidos elaborados en la comarca. Aunque la especialidad de la casa son unos espectaculares batidos de frutas y verduras: pura energía para arrancar el día.

La Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, es el lugar perfecto para empezar nuestra visita por la ciudad. Fue inaugurada en 1785, siendo una de las más antiguas del país.

Es pura historia rondeña que encandiló a personajes como Orson Welles y Ernest Hemingway, cuyos bustos se sitúan justo junto al coso taurino.

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Plaza de Toros desde el Hotel Catalonia

  • Entrada general: 8 €. Con audioguía 9,50€
  • Horarios:  10:00 a 18:00 (en verano se alarga el horario de visita).

Merece la pena desviarnos unos minutos a la derecha para llegar al Paseo de los Ingleses con unos excelentes miradores y la Alameda del Tajo, uno de las parques que más transitan los lugareños.

Volvemos por donde hemos venido para dirigirnos al Puente Nuevo, pasando por el  Parador de Ronda que tiene unas espectaculares vistas a El Tajo y también hacia todo el valle bajo la ciudad. Allí podremos volver después de comer para tomarnos un café.

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Parador de Ronda a la izquierda bordeando El Tajo

A la altura del Parador, el camino gira bruscamente a la izquierda, para darnos de bruces con el monumental Puente Nuevo, sin duda el símbolo de Ronda.

Esta sobrecogedora obra de ingeniería es el resultado del segundo intento por salvar la Garganta del río Guadalevín y  unir ambas partes de la ciudad  (el primer intento acabó con el derrumbe del puente a los pocos años de su construcción). Con casi 100 m de altura,  está construido en piedra imitando la técnica de  romanos con arcos de medio punto entibados. El actual  Puente se inauguró en 1793, después de 42 años de obras.

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Puente Nuevo visto desde el Parador

A partir de ahí, merece la pena perderse por las callejuelas del casco histórico. Estrechas calles de casas encaladas de blanco por las que se puede ir visitando el Museo de la Ciudad, el Alminar de San Sebastián o desembocar en la plaza Duquesa de Parcent.

Es éste un sitio especialmente interesante: allí está el bonito edificio del Ayuntamiento de Ronda, pero también la Parroquia de Santa María La Mayor,  un magnífico templo construido a lo largo de 200 años, por lo que en su construcción se mezclan diferentes estilos: renacentisa, gótico y barroco. Además, esta iglesia aún conserva partes de la Mezquita sobre la que se construyó.

Callejuelas del casco histórico de Ronda

Callejuelas del casco histórico de Ronda

Santa Maria La Mayor ronda

Santa Maria La Mayor

A un paseo de allí, bajando por la calle Armiñán  llegamos a  la Iglesia del Espíritu Santo y la Puerta y muralla de Almocábar, que demuestra la dificultad que supuso para las tropas cristianas conquistar la ciudad a finales del siglo XV. Cruzando la puerta tenemos la Plaza Ruedo Alameda, que en verano y en general siempre que hace buen tiempo, se llena de gente local tomando algo en las terrazas de los numerosos restaurantes y bares que hay allí.

puerta y muralla de Almocábar

Muralla de Almocábar e Iglesia del Espíritu Santo detrás

Continuamos nuestra ruta volviendo a la calle Armiñán y girando ligeramente a la derecha donde podremos recorrer las bellas Murallas árabes hasta la Puerta de la Cijara y más adelante la Puerta de Carlos V.

Desde aquí tenemos la opción de ir a tres sitios: a la izquierda tenemos La Casa y Jardines del Rey Moro, que es Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.y en la que se puede visitar la antigua Mina de Agua de época musulmana; a la derecha, dejando el Puente árabe a un lado, podremos bajar a los Baños árabes que son realmente bonitos y uno de los mejores conservados de España; siguiendo de frente, cruzaremos el Puente Viejo con los Jardines de La Mina a la izquierda y la Fuente de los Ocho Caños delante.

Dependiendo del tiempo o los días que vayamos a pasar en Ronda, podemos dividir este itinerario en rutas más cortas. En cualquier caso, llegados a este punto, calculamos que debe ser ya hora de tomar un aperitivo y/o irnos a comer unas buenas tapas y raciones. En Ronda hay opciones buenísimas para todos los bolsillos.

En la siguiente sección os contamos más!

Puente árabe Ronda

Puente árabe

baños arabes de ronda

Baños árabes. Fuente : Junta de Andalucía

Ruta de tapas por Ronda.

El Lechuguita

El Lechuguita

El recorrido puede arrancar en un clásico rondeño: El Lechuguita. Un tradicional bar donde se ofrecen cerca de 80 tapas a un precio de 80 céntimos. Un lugar histórico donde conocer la gastronomía más casera de la ciudad.

Muy cerca se encuentra el bar el Coto, con un montón de tapas tradicionales a 1,2€. Siempre hay gente local tanto en el interior como en las mesas de fuera, lo cual es una garantía.

Si seguimos un poco, en la bonita Plaza del Socorro, hay un sitio que nos gusta particularmente: La Taberna. Ofrecen una amplia variedad de tapas y raciones tanto de carne como pescado. Cuando fuimos estaba lleno dentro, así que nos pusimos fuera en una típica tablita plegable en la pared (no llega a ser una mesa, en la foto se ve mejor) y probamos varios platos. Nos gustó especialmente un montadito de calamares fritos con pan negro de tinta de calamar y ali oli.

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La Taberna, Ronda

Las opciones para tapear en Ronda son casi infinitas y merece la pena pasar por lugares como Casa María, De locos tapas, Almocábar o el Mesón Sacristán que visitamos generalmente en nuestra excursión gastro a Ronda.

Pero sin duda, el lugar donde comer en mayúsculas en Ronda es el dos estrellas Michelín Bardal. Ofrecen, como suele ser en estos casos, dos menús, uno corto y otro largo, bebida aparte. Nosotros fuimos en 2018 (tenía una estrella por entonces) y probamos el menú largo con una botella de vino blanco de Sedella exquisito. Ellos aseguran que su carta deja claro que se está comiendo en Ronda y no podemos estar más de acuerdo.

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Algunos de los platos en Bardal (dic. 2018)

Una opción más económica a base de tapas y raciones del mismo chef responsable de Bardal Benito Gómez, es Tragatá, muy cerca del Tajo y donde se come de maravilla también.

De nuevo en la Plaza del Socorro, se encuentra la confitería Las Campanas, donde realizan las famosas Yemas de Ronda, un pequeño dulce elaborado a base de yema de huevo y azúcar sencillamente delicioso.

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Yemas del Tajo

confiteria las campanas

Confitería las Campanas

La Trinidad Ronda

La Trinidad

Si nos decidimos por ir a la zona de la puerta de Almocábar ( os recomendamos especialmente De Locos Tapas) tenéis que hacer una visita a La Tienda de Trinidad, un tradicional ultramarinos donde encontrar los mejores productos de toda la comarca de Ronda: embutidos, jamón ibérico, quesos de cabra payoya (autóctona de la zona), legumbres, mermeladas, especias o miel, además de vinos locales y cervezas artesanales elaboradas en la ciudad. Todo está a buen precio y la calidad es exquisita.

Un punto de inflexión interesante para descansar en el hotel o el apartamento y seguir descubriendo Ronda por la tarde.  Para después de cenar, si os apetece una copa, la terraza encima del Restaurante Ortega en la esquina de la Plaza del Socorro con Carrera Espinel (la popular Calle «la Bola») es muy recomendable.

Las Bodegas de Ronda

Una interesante opción para pasar buena parte de la mañana o de la tarde (según horario) es visitando alguna de las estupendas bodegas con las que cuenta Ronda. En este municipio están 22 de las 45 que cuentan con vinos con Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga. La mayoría se pueden visitar gracias a la Ruta del vino y las bodegas de la Serranía de Ronda.

Bodega Descalzos Viejos

Bodega Descalzos Viejos

Especialmente interesante es el paseo por las instalaciones de la bodega Descalzos Viejos, cuyas barricas descansan junto al altar principal de un viejo convento del siglo XVI y desde cuyas terrazas se puede disfrutar de unas maravillosas vistas a la hoya del Tajo, un amplio espacio sobrevolado por enormes buitres y donde crecen sus viñas.

También merece la pena disfrutar de la experiencia de la visita a las bodegas Doña Felisa y degustar sus conocidos vinos Chinchilla, así como pasear por las Bodegas Excelencia.

Mientras, la bodega Joaquín Fernández no sólo ofrece una ruta para conocer sus viñedos y la elaboración de sus vinos, sino que también dispone de una coqueta casa rural junto a las viñas para alojarse. Un lugar perfecto para amantes del vino y la tranquilidad.

Para finalizar la mañana vitivinícola, la bodega La Sangre es la encargada de gestionar el Museo del Vino, ubicado en el centro histórico de Ronda. Un lugar donde acercarse a la historia y las diferentes culturas que han cultivado el vino en tierras rondeñas.

A su lado, el Museo del Bandolero es perfecto para adentrarse en esa dualidad de estos personajes históricos marcados por su violencia pero también labor solidaria.