Pequeño pez, gran reputación, mejor sabor.
Se les conoce por bocarte en Cantabria, seitó en Cataluña, aladroç en la costa levantina y Baleares y anchoa en el País Vasco. El boquerón, llamado así en el sur de España, en un clásico de la cocina española y en general mediterránea. Este pequeño pez tiene un sabor extraordinario, unos lomos muy suaves e indiscutibles beneficios sobre la salud.

Anchoas con tomate. La Cosmopolita, Málaga.
Las formas de prepararle como ricura culinaria son varias. Hay las más tradicionales y comunes como fritos o hechos en vinagre, pero también se puede preparar al estilo moruno (con ajo picado, comino en polvo, perejil, harina, sal y pimentón picante), rebozado, al horno, al ajillo o pil-pil, a la cordobesa o cocinados con cebolla, perejil, ajo, pimiento verde y vino blanco echados en capas.
Sin olvidar la famosas y muy apreciadas anchoas en lata, preparadas en su mayoría de manera artesanal en aceite de oliva. Sobre un buen pan tostado, AOVE y tomate rallado son un manjar de dioses.
Por su parte, el secreto de los tradicionales boquerones fritos de Málaga, es la temperatura del aceite y el tiempo de cocción. Se enharinan solamente un poco y se fríen a 180/190ºC, durante aproximadamente 3 minutos. Así se sella la carne (casi cociéndose al vapor por dentro) y por fuera queda una fina capa crujiente. Hecho con buen aceite de oliva aporta incluso más nutrientes.
Los boquerones se consumen también marinados en vinagre. Una vez limpios, esta forma de prepararlos no sólo sirve para darles un sabor único y una textura muy tierna, sino que se usa para conservarlos también.