Málaga, la capital de la Costa del Sol, se puede conocer sin que el bolsillo se resienta demasiado; de hecho, hay muchas actividades que no cuestan nada. Así, es mundialmente conocida desde hace unos años por concentrar más de 30 museos y algunos de ellos se pueden visitar de forma gratuita.
Museos gratuitos
Es el caso del Museo de Málaga, uno de los últimos en inaugurarse en la capital y que tiene como sede la antigua Aduana marítima de la ciudad, que también fue durante muchos años la vivienda del gobernador de la provincia.
El edificio, proyectado a finales del siglo XVIII, alberga el Museo de Bellas Artes y el Museo Arqueológico de Málaga. Los dos son gratuitos para los ciudadanos de la Unión Europea y el resto de visitantes sólo paga 1.50 euros por la entrada.
Consejo: Sube a la terraza a tomarte un café. Por un para de euros vas a tener unas vistas espectaculares y poco conocidas de la Alcazaba, Gibralfaro, el mar…
Y si lo que busca es arte moderno, el Centro de Arte Contemporáneo (CAC Málaga), situado en el antiguo mercado de mayoristas, junto al río Guadalmedina, es gratis todo el año y ofrece a lo largo del año exposiciones de gran calidad.
Si se encuentra en Málaga un domingo está de enhorabuena, porque algunos de los principales museos de la ciudad tienen entrada gratuita ese día, como el Museo Picasso Málaga, el Centre Pompidou, la Colección del Museo Ruso en el antiguo edificio de Tacabalera, de un fastuoso estilo regionalista, o la Casa Natal de Picasso entre otros
El Jardín Botánico Histórico de La Concepción, que perteneció a una de las familias más importantes de la burguesía malagueña del XIX, el más importante jardín subtropical de Europa, puede visitarse gratis los domingos
Alcazaba y Teatro Romano a tus pies
Para el que quiera conocer monumentos sin pagar entrada tiene la posibilidad de pasearse junto al cinturón de murallas de la fortaleza de Alcazaba y disfrutar además de unas vistas únicas de la ciudad, incluido el Teatro Romano, que estará a sus pies.
Desde 2017 funciona en Málaga una pasarela peatonal gratuita, con acceso desde la calle Alcazabilla, con este fabuloso panorama monumental a su disposición.
Subiendo al Castillo de Gibralfaro
Ocurre lo mismo con el mirador del Monte Gibralfaro, a los pies del castillo del mismo nombre, para el que se puede subir andando por la calle Paseo de Don Juan Temboury y bordear de paso la Alcazaba.
Tendrá una vistas ‘de postal’ de la ciudad, incluidos los Jardines de Puerta Oscura, la playa y el barrio de la Malagueta, el Muelle Uno y la plaza de toros. Eso sí, la subida es algo dura. Los que no se animen a subir a pie pueden hacerlo en coche o autobús (línea 35 de la EMT).
Consejo: Los domingos puede verse desde allí arriba a los alumnos de la escuela taurina practicando en la Plaza de Toros.
Iglesias de acceso gratuito
Tampoco hay que pagar para visitar las iglesias históricas de Málaga, distribuidas por el casco antiguo y cuyo ejemplo más veterano es la iglesia de Santiago (calle Granada), la parroquia en la que se bautizó Picasso.
Dignas de visitar son también las iglesias de San Juan (calle San Juan), la iglesia de los Mártires (plaza de los Mártires), la iglesia del Santo Cristo de la Salud (calle Compañía) y en esta misma calle, la iglesia del Sagrado Corazón o de los jesuitas.
Parques y Jardines de Málaga
Merece la pena conocer el Parque de Málaga, nacido sobre terrenos ganados al mar a finales del XIX, por la flora subtropical que exhibe.
También es muy recomendable en la zona Oeste de la ciudad, el llamado Parque del Oeste, el más grande de Málaga, con una estupenda colección de esculturas del artista bávaro afincado en la capital andaluza, Stephan von Reiswitz.
Puedes leer nuestro artículo sobre Parques y Jardines de Málaga aquí
Muelle Uno y La Farola
Y por supuesto, no se puede perder el Muelle Uno, una antigua zona portuaria abierta a la ciudad que ha sido todo un éxito.
Puede disfrutar de un largo paseo desde la entrada del Puerto, frente a la plaza de la Marina, pasando por el Palmeral de las Sorpresas, una zona de ocio frente al mar, y atravesando el Muelle Uno, la zona de bares, restaurantes y barcos de recreo, y de paso conocer la antigua capilla del Puerto, del siglo XVIII y el Faro de Málaga, popularmente conocido como La Farola.
Pedregalejo y Baños del Carmen
Desde La Farola yendo por la playa de La Malagueta, puede ir dando un precioso paseo de unos 45-60 minutos por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso hasta legar a los Baños del Carmen, un antiguo balneario que acaba de cumplir el siglo, con vistas únicas de la Bahía de Málaga. Otra alternativa es llegar allí en 15 minutos con los autobuses 11 y 3, que tienen parada en el Paseo del Parque y delante de la plaza de toros de La Malagueta.
Después puede continuar hasta la vecina playa de Pedregalejo, con pequeñas calas gracias a sus espigones y donde se concentran buena parte de los mejores bares y chiringuitos (en Málaga también conocidos como merenderos).
Centro Histórico
De vuelta en el Centro Histórico, otro espacio de la ciudad que merece la pena conocer es la plaza de la Merced, del siglo XIX, donde se encuentran la Casa Natal de Picasso y una escultura sentada en un banco del famoso pintor malagueño, con quien puede hacerse alguna foto.
Otro personaje inmortal con el que se puede fotografiar es con la escultura sentada de Hans Christian Andersen, que visitó Málaga en la década de 1860. La escultura de Andersen se encuentra bajo una palmera, muy cerca del Hotel Málaga Palacio y la calle Larios y ojo porque en una bolsa de viaje del escritor danés asoma su famoso patito feo.
En realidad, las estatuas de Andersen y Picasso son la excusa para que se pierda por el Centro Histórico, con la mayoría de edificios del siglo XIX y sus red de calles peatonales, como la vía por antonomasia de Málaga, la calle Larios, que culmina en la plaza de la Constitución, la antigua plaza mayor de la ciudad, una reforma urbanística de tiempos de los Reyes Católicos.
También de esa época, finales del siglo XV, es la comercial calle Nueva, nacida al poco de la conquista cristiana y que desemboca en la animada Puerta del Mar y la Alameda Principal, con una doble hilera de grandes ficus de la década de 1870. Por cierto, si está por esa zona no se pierda otra visita gratuita: el Mercado de Atarazanas, el mercado central de la ciudad, con una fastuosa portada nazarí que recuerda que fue un imponente astillero durante la época musulmana.
Todo esto da de sí una visita gratuita a Málaga. Si la quiere más organizada, puede apuntarse a un tour gratuito (free tour), repartido por los puntos principales del centro, aunque sepa que en este caso lo que se paga al final de la visita guiada es lo que considere, según su grado de satisfacción.
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