Dicen que tapear es un arte. Por eso, nos vamos a practicarlo gracias a esta estupenda ruta de tapas en Málaga. La ciudad cuenta con los mejores ingredientes para disfrutar su gastronomía al máximo: buen tiempo, productos frescos del mar y la montaña, una huerta excelente y, además, frutas subtropicales como el aguacate o el mango. Aquí encontrarás un listado con algunos de los mejores bares de tapas en el centro de la capital de la Costa del Sol. ¡Buen provecho!
Bar Mercado de Atarazanas • Atarazanas, 10
El actual mercado de Atarazanas fue originalmente un astillero nazarí construido en el siglo XIV. Posteriormente, fue utilizado como almacén, arsenal, hospital militar y cuartel, hasta que hoy día sus instalaciones acogen a numerosos puestos donde conocer la calidad de los productos malagueños, tanto de pescados y mariscos mediterráneos como frutas, verduras y carnes de sus distintas comarcas.
Muchos de ellos se pueden degustar en el bar Mercado, en el corazón del recinto. La estrella son los pinchos de gambas, pulpo o atún, además de pescaíto frito en aceite de oliva. Además, elaboran unas ricas frituras de pescado y berenjenas fritas con miel de caña de Firgiliana. Todo se puede acompañar de una fresca cerveza o una copa de vino blanco malagueño. Los sábados, además, suelen hacer paella. Un estupendo rincón para entender la idiosincrasia malagueña y andaluza.
Cortijo de Pepe • Plaza de la Merced, 2
El actual mercado de Atarazanas fue originalmente un astillero nazarí construido en el siglo XIV. Posteriormente, fue utilizado como almacén, arsenal, hospital militar y cuartel, hasta que hoy día sus instalaciones acogen a numerosos puestos donde conocer la calidad de los productos malagueños, tanto de pescados y mariscos mediterráneos como frutas, verduras y carnes de sus distintas comarcas. Muchos de ellos se pueden degustar en el bar Mercado, en el corazón del recinto.
La estrella son los pinchos de gambas, pulpo o atún, además de pescaíto frito en aceite de oliva. Además, elaboran unas ricas frituras de pescado y berenjenas fritas con miel de caña de Frigiliana.
Todo se puede acompañar de una fresca cerveza o una copa de vino blanco malagueño. Los sábados, además, suelen hacer paella. Un estupendo rincón para entender la idiosincrasia malagueña y andaluza.
Las Merchanas • Mosquera, 5 and Andrés Pérez, 9
Tallas de vírgenes, imágenes de santos y mucha iconografía religiosa conforman la decoración de Las Merchanas, donde huele a Semana Santa durante todo el año. Esta taberna, habitual lugar de encuentro del mundo cofrade malagueño, es un pintoresco espacio donde se pueden probar algunas de las tapas más tradicionales de la gastronomía de Málaga.
Ensaladilla rusa, croquetas caseras y flamenquines son algunos de sus mejores bocados, como son también los montaditos: pequeños bocadillos que igual están rellenos de la pringá del puchero que de pollo, tomate, lechuga y mahonesa. Y, más allá, por supuesto, ricas propuestas de pescaíto frito. Además, llama la atención que cada plato en la carta tiene un nombre que sirve de homenaje a lugares y momentos singulares de la Semana Santa. Uno de esos lugares donde merece la pena acudir temprano antes de que se llene.
Mesón Mariano • Granados, 2
Regentado por la familia Viñolo, el Mesón Antonio lleva 30 años dando de comer a Málaga. Su cocina está vinculada a las raíces de la ciudad, con el pescaíto frito como uno de los elementos principales y donde destacan los boquerones y los salmonetes.
Además, es posible probar algunos de los platos locales más clásicos, como la berza, el gazpachuelo o la ensalada malagueña; sin olvidar propuestas las clásicas migas, plato muy típico en toda la provincia elaborado a base de pan frito, jamón, chorizo, lomo y pimiento frito. Una excelente opción en la zona más comercial del centro de Málaga, a un paso de la mítica calle Larios.
Bodeguita El Gallo • San Agustín, 19
A un paso de la entrada principal del Museo Picasso Málaga, la bodeguita El Gallo es toda una inmersión en la mejor tradición andaluza. Es uno de esos lugares donde aún se puede tomar un buen vermut a la hora del aperitivo, aunque también hay ricos vinos dulces con todo el sabor a Málaga.
Se pueden acompañar de ricas tapas que van desde magro con tomate y carrillada en salsa a unos callos, un plato de cuchara muy típico en todo el país que merece la pena probar.
También hay propuestas como la tortilla con chorizo y las exquisitas croquetas de rabo de toro. Si encuentras hueco, tapear en su bonita terraza en la transitada calle San Agustín es todo un lujo en cualquier época del año.
La Farola de Orellana • Moreno Monroy, 3
Este bar es un imprescindible de cualquier ruta del tapeo en Málaga. Abierto en 1938, es uno de los más antiguos de la ciudad y uno de los preferidos por los malagueños para salir a tapear.
En 2013 el lugar fue remodelado y actualizado para ofrecer un mejor servicio. Sus bocados más clásicos son los bartolos, a base de rosada empanada o las ligeritas, que es como se llaman en La Farola de Orellana a pequeños bocadillos rellenos de diferentes productos. Además, boquerones fritos, calamaritos, sardinitas, pipirrana… Más de medio centenar de tapas a maridar con buena cerveza y vino local.
El Tapeo del Cervantes • Cárcer, 8
El encanto de un sitio pequeño, la buena gastronomía a base de productos locales y la amabilidad se dan cita en El Tapeo del Cervantes. En este local saben de la importancia de la cocina de temporada, por eso todas las mañanas se acercan al mercado para adquirir carne, pescados, mariscos o verduras del día: garantía de frescura.
Con ellos elaboran ricas tapas como la porra antequerana con huevos de codorniz y tomatitos o unas gambas rebozadas, con miel de caña y rúcula, además de otras muchas opciones perfectas para saborear la cocina andaluza y malagueña. Un secreto: no olvides preguntar por las sugerencias del día, donde siempre se esconden magníficas propuestas.
Mesón Antonio • Fernando de Lesseps, 7
Regentado por la familia Viñolo, el Mesón Antonio lleva 30 años dando de comer a Málaga. Su cocina está vinculada a las raíces de la ciudad, con el pescaíto frito como uno de los elementos principales y donde destacan los boquerones y los salmonetes.
Además, es posible probar algunos de los platos locales más clásicos, como la berza, el gazpachuelo o la ensalada malagueña; sin olvidar propuestas las clásicas migas, plato muy típico en toda la provincia elaborado a base de pan frito, jamón, chorizo, lomo y pimiento frito. Una excelente opción en la zona más comercial del centro de Málaga, a un paso de la mítica calle Larios.
Mesón Ibérico • San Lorenzo, 27
El Mesón Ibérico cumple en 2018 su vigésimo aniversario convertido en uno de los referentes de la cocina local. Es ya uno de los mejores lugares de la ciudad de Málaga donde practicar ese sabroso ritual como es ‘ir de tapas’.
Da igual ocupar una de las mesas o disfrutar de la propia barra: todo invita a degustar diferentes bocados, a dejarse llevar y probar multitud de sabores locales gracias a una completa y exquisita carta, donde también caben numerosos vinos nacionales.
Unas gambas al pil pil y unas croquetas caseras son perfectas para saborear la gastronomía malagueña. A partir de ahí, carnes ibéricas, setas a la plancha, jamón ibérico, tortillas de camarones, alcachofas o buñuelos de bacalao son estupendas decisiones para el menú.
Aquí puedes compartir el Artículo
Artículos Relacionados
↓