Los parques y jardines de Málaga comienzan a implantarse en la ciudad a finales del siglo XVIII gracias a su excelente clima y con un fin científico: El ministro de Indias era por entonces el malagueño José de Gálvez y se propuso recolectar el mayor número de semillas y plantas de las colonias americanas.
Don José tenía una finca en Almayate, en la costa oriental de Málaga y su jardinero tenía a su vez a su cargo un jardín botánico en el Centro de Málaga, en la calle de la Victoria, para abastecer de plantas las posesiones españolas en el Norte de África.
Este jardinero del ministro logró que su jardín de Málaga se convirtiera en jardín de aclimatación: las plantas americanas, antes de marchar a los jardines botánicos de Madrid o de Aranjuez, se aclimataban un tiempo en este espacio gracias al envidiable clima de Málaga.

Jardín de Cactus La Concepción
No es de extrañar pues que si en 1791 la ciudad contaba con seis jardines, a finales del siglo XIX contara con 150, bastantes de ellos privados. El siglo XIX, de hecho, ha dejado en la trama urbana de Málaga dos de las zonas verdes más significativas.
La primera de ellas, por su importancia, es el Jardín Botánico Histórico de La Concepción, en las afueras de la ciudad. Está considerado el jardín subtropical más importante de Europa y como prueba de su exuberancia, en estos terrenos se rodó en los años 40 del siglo pasado una película española ambientada en la selva de Filipinas y también en los años 80 del siglo XX sirvió de escenario para un famoso anuncio de televisión del café de Colombia.

Jardín Botánico La Concepción
