Antequera es ya una ciudad con Patrimonio Mundial. En 2016, la UNESCO declaró como tal al Sitio de los Dólmenes, compuesto por tres construcciones levantadas hace más de 6.000 años.
Pero esta bonita localidad tiene mucho más que ofrecer: la Peña de los Enamorados y el laberinto kárstico de El Torcal son otros dos referentes de esta monumental ciudad. Una interesantísima visita que también ofrece oportunidades gastronómicas: es el mejor lugar para probar productos locales como la porra antequerana o el mollete.

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Antequera, Malaga © Nacho Sánchez

Dólmenes de Antequera

Parece un milagro. Un hecho imposible. Es difícil imaginarse al ser humano hace más de 6.000 años realizando una construcción así. Pero al adentrarse en su interior se comprueba que es cierto, que es de verdad. Pisar su suelo es una experiencia única, es entender la capacidad del hombre, su fuerza. Y el valor histórico de un lugar que parece de ciencia ficción.

Por eso, la UNESCO apostó en 2016 por declarar el Sitio de Los Dólmenes, formado por tres monumentos megalíticos, como Patrimonio Mundial. Una etiqueta que se extiende también a El Torcal, un extraordinario paraje natural a 1.300 metros de altura.

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Dólmenes de Antequera © Javier Pérez González

Pero su elemento más excepcional, sin duda, son los dólmenes de Menga, Viera y El Romeral, que constituyen  uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo europeo. Es decir, las primeras formas de arquitectura monumental en la Prehistoria en Europa.

Ya lo dijo Le Corbusier, que a su paso este lugar en los años 50 del siglo pasado dejó una inscripción en el libro de visitas: «A mis ancestros». Para quienes tenga la curiosidad de saber cómo se levantaron estas construcciones, un centro de interpretación ubicado en el propio recinto explica el proceso detalladamente. ¡Es sorprendente!

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Dólmen de Menga © Javier Pérez González

Para el visitante, el Dolmen de Menga es el más espectacular. Basta decir que la piedra que cubre esta construcción sepulcral tiene un peso de 180 toneladas y una superficie de 40 metros cuadrados. Aunque la mayoría de este tipo de monumentos está orientado al sol, en este caso se rompe la norma: sus constructores lo orientaron a la Peña de los Enamorados, una increíble montaña con perfil humano.

Por su parte, el Dolmen de Viera sí que apunta al sol, mientras que el tercero, el Dolmen de El Romeral, se orienta hacia la parte más alta del paraje natural de El Torcal. Se cree que, al igual que el de Menga, se dirigía hacia un punto que fascinaba místicamente a quienes levantaron estos increíbles tholos.

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Peña de los Enamorados © Nacho Sánchez

El Torcal de Antequera

Si es fácil entender la fascinación por la Peña de los Enamorados, también lo es por El Torcal. Se trata de un laberinto kárstico esculpido por el agua y el viento a lo largo de millones de años.

Es de fácil acceso: se puede llegar a su centro de visitantes en vehículo privado. A su lado existe un precioso mirador desde el que se puede ver buena parte de la provincia de Málaga y, a lo lejos, el mar Mediterráneo. Son dos rutas senderistas -aptas para niños- las que se pueden realizar en El Torcal sin ayuda de guía gracias a las buenas señalizaciones existentes.

La primera es la llamada Ruta Verde, que supone un paseo de apenas 45 minutos. La segunda, la Ruta Amarilla, se acerca a las dos horas de camino. Ambas son perfectas para disfrutar de un lugar único en la geografía española. Y también para disfrutar conociendo algunas de las rocas que tienen formas muy reconocibles: una esfinge, una maceta, un camello, un dinosaurio… El paseo se convierte así también en una excelente y divertida excursión familiar.

El torcal de Antequera

El torcal © Nacho Sánchez

¿Qué ver en un día en Antequera?

La ciudad de Antequera alberga un importante patrimonio de diferentes épocas históricas. Lo atestigua su alcazaba musulmana, que vigila desde la parte más alta. También sus más de 30 iglesias, la mayoría construidas entre los siglos XVI y XVII.

Lo ideal como siempre en estos casos es perderse por el casco antiguo de la ciudad e ir descubriendo los rincones (que son muchos) y calles por las que sí o sí veréis alguna iglesia bonita.

Sin embargo, si se tiene un día para visitar la ciudad en nuestra opinión es imprescindible incluir en el itinerario al menos lo siguiente:

Partiendo desde la plaza de San Sebastián y su preciosa iglesia del mismo nombre, subimos por la cuesta de zapateros y de judas hasta el mirador de las Almenillas, desde el que tenemos una magnífica panorámica de Antequera.

panoramica antequera

Desde el mirador, antes de seguir subiendo hacia la Alcazaba, continuamos un poco hacia abajo por la Calle del Colegio, hasta llegar a la plaza del Carmen y Postigo de la Estrella, donde se encuentran importantes restos de la antigua cerca de la villa musulmana.

Una vez visto, podemos reanudar la subida hacia el famoso Arco de los Gigantes que da entrada al recinto monumental de la Alcazaba, que se puede visitar con entrada.

arco de los gigantes

Arco de los Gigantes y Colegiata de Santa María

Si entramos accedemos a una plaza con la precios Colegiata de Santa María de estilo renacentista allí encajonada. Si nos asomamos al muro del recinto podemos ver los restos de unas termas romanas.

real colegiata santa maría la mayor

Real Colegiata Santa María

Volviendo hacia el Arco de los Gigantes dejamos a nuestra derecha el mirador Michael Hoskin, cuya investigación fue crucial para la declaración de Patrimonio de la Humanidad de los Dólmenes.

Podemos bajar de nuevo y esta vez girar a la derecha al llegar a la Plaza de San Sebastián para llegar a la Plaza Coso Viejo donde se encuentra el Convento de las Catalinas el Palacio-Museo de la Ciudad y Convento de la Encarnación.

Desde allí podemos dirigirnos hacia la Plaza de Toros por alguna de las calles comerciales y muy ambientadas dejando iglesias y casas señoriales a ambos lados a lo largo del recorrido.

plaza de toros de antequera

Entrada a la Plaza de Toros

¿Dónde comer en Antequera?

El propio centro de visitantes de El Torcal cuenta con un restaurante donde disfrutar de algunos de los platos más típicos de Antequera, como la porra antequerana. Un plato frío elaborado a base de pan, aceite de oliva virgen extra y tomate, que tradicionalmente se acompaña de tacos de jamón, huevo cocido y atún.

Otro estupendo lugar para disfrutar de esta delicatesen local es Arte de Cozina, establecimiento que regenta la chef Charo Carmona. Allí, además de la porra tradicional, ofrecen otras dos versiones: una con naranjas  y otra sin el uso de tomate, emulando la receta original de hace decenas de años.

El restaurante, con un Sol Repsol, es perfecto para disfrutar de la gastronomía de la tierra, ya que su carta siempre se basa en productos de temporada y de cercanía. Lomo de orza tradicional (pelona de lomo), migas del pastor, choto de raza malagueña a la pastoril y postres como el arroz con castañas y miel de caña canutillos de ajonjolí rellenos de helado de Pedro Ximénez son algunos de los bocados que se pueden degustar en el restaurante.

Recomendamos encarecidamente que probéis la olla de castañas.

También cuenta con una zona de tapas muy concurrida y de excelente calidad.

Olla de Castañas Arte de cozina

Olla de Castañas Arte de Cozina

Y, más allá, Antequera es un buen sitio para disfrutar del tapeo en lugares como la taberna El Rincón de Lola, el Mesón Ibérico  o El Escribano, ubicado junto a la Real Colegiata de Santa María, un edificio levantado a comienzos del siglo XVI.

Para un tapeo económico, La Cantina o Las Hazuelas en la Plaza del Coso Viejo son una excelente opción.

El café-bar A la fuerza es también uno de los lugares más recomendables, no sólo por su excelente cocina, sino también porque es sitio perfecto para desayunar. Allí se pueden probar los auténticos molletes de Antequera (un tipo de pan muy sabroso) que se puede acompañar con jamón ibérico, tomate y aceite, pero también los mejores churros de la ciudad.

A las afueras, es más que recomendable visitar el restaurante Caserío San Benito, incluido en la Guía Michelín como Bib Gourmand y el mejor lugar para probar platos de cuchara caseros como un arroz con perdiz o platos clásicos como las migas, que aquí se acompañan de zanahoria y granada, además de chorizo, huevos y pimientos fritos.

Caserío San Benito antequera

Caserío de San Benito © Nacho Sánchez

¿Dónde dormir en Antequera?

Hay multitud de Hoteles, Hostales y Apartamentos para todos los bolsillos en Antequera. Entre los más especiales están:

El Hotel Infante, un hotelito de 3 estrellas en pleno centro de la ciudad con una piscina en la azotea genial para el calor. Puedes reservar aquí.

El Parador, sin duda una opción segura y a buenos precios si se reserva con antelación. Está ubicado muy cerca de la plaza de toros, en un edificio moderno muy bonito construido en diferentes alturas. Las habitaciones están muy bien y el restaurante, aunque no lo probamos, tiene unas vistas espectaculares a la Peña de los Enamorados. Puedes reservar aquí

Convento de la Magdalena. Aunque está a unos 5 kms de Antequera, es el sitio ideal para descansar. Nos gustó todo de este hotel 5 estrellas, en especial las habitaciones, y el burrito Magdaleno que tienen allí. Puedes reservar aquí

Finca Eslava, justo a las afueras de Antequera. Es una antigua casa señorial del siglo XVIII y al parecer, más tarde un restaurante muy famoso. Nosotros nos quedamos una sola noche en diciembre de 2020 (además de estar en plena pandemia, por las fechas no había mucha gente) y cenamos en el hotel un menú de comida tradicional bastante bueno. Puedes reservar aquí

convento magdalena

Convento Magdalena

hotel finca eslava

Patio Interior del Hotel Finca Eslava

interior convento magdalena

Interior del Convento

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